Hoy 27 de julio, volviste a mi memoria como quien regresa de
un largo viaje, debe ser la misma sensación de aquel que recupera la cordura o
vuelve a la locura.
Remover viejas heridas es conveniente pero con la sutura en mano. Me permití llorar de nuevo tu ausencia; aunque ahora en ella estaba plasmada tu risa, tu calidez, tu amor por mí…mi amor por
ti.
Hoy recordé lo mucho que te amé, había una fiesta extraña en
mis sentidos; por un lado, el sonido de tu voz, por el otro, tus palabras se
paseaban por mi mente, es como si todo tuviese sentido en un espacio donde solo
cabían dos. Te danzo en mi alma con el vals que una vez te regalé.
A los agnósticos, los grandes amores nos hacen creer en Dios
(hasta rezar) y perderlo, nos vuelve a una realidad más oscura, más temida.
Cada querer tiene un propósito en la vida del otro, tu amor
me elevó a un nivel que desconocía y la caída fue ruda, muy ruda-pero
levantarse fue gratificante-me enseñó a abrazar la incertidumbre.
Hoy es un día más sin ti, un día en el que la duda sigue
formando parte del todo y de la nada.
Hoy volví a escribir, inspirada en ti.
1424
Petry Rodríguez.
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