EL PODER Y SUS SOMBRAS

Hoy quise escribir sin saber de qué, me siento como en esos sueños que caes al abismo y despiertas sobresaltada-no ha llegado ese momento-todavía voy por el sueño y la caída. Soy de esas personas que le gustan los deportes extremos y tomar muchos riesgos, en argot psicológico “Una buscadora de sensaciones”. sin embargo; aunque disfrute experimentarlo, prefiero decidir en cuál momento suministrarme esa dosis.

¿Qué ha modificado mis placeres? Lo ha hecho la incertidumbre, un menú cuya carta no pedí, aún teniendo en mi mano la factura del consumo, cuando no he probado ni un bocado, así funcionan las cosas en mi país, es una utopía vivida al revés, son ideales de un grupo que se creyó dueño de todo y nosotros unos turistas, con la visa ya vencida.

Tal vez el desánimo es la pieza mejor jugada en el ajedrez de los “gobierneros”, quizás me metí tanto en la historia que acabé siendo una mala actriz de reparto, me siento responsable de esto, solo me hace falta ubicar como resarcirlo. Quiero quitar esta cara de tonta sorprendida, por algo que ya veía venir, me avisaron de la fiesta e igual no me gustaron los tequeños, ni la bulla y mucho menos la música que la amenizaba.

En fin, hoy estoy en una reunión donde los socios mayoritarios no entienden la jugada en perjuicio de la empresa o soy yo la que perdió sus acciones, habiéndolo apostado todo.

A un lado, ya no hay frente en un país que nos dio la espalda, a los que pensábamos que nos merecíamos algo mejor.

Petry Rodríguez.