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lunes, septiembre 10, 2018

MI CÓMPLICE


“No necesitaba años junto a ti, para entender las señales del amor…el nuestro”

Te conocía, juro por el universo que lo hacía, sé que para ti jurar es una palabra odiosa o innecesaria, para mí es la manera de tocarte el cuerpo con palabras, en mi hipérbole solo quiero que sientas, que mis dudas nunca fueron de tus sentimientos, era de tu incapacidad de dar todo por ellos. En algún momento defendí que quien amaba, era capaz de cualquier cosa por estar con la persona objeto del deseo, pero luego me di cuenta que la falta es una forma de sentir el amor, esa necesidad irrefrenable de dejar en pausa esa sensación, es como congelar un orgasmo el mayor tiempo posible.

Eres quien conoce mis lágrimas y mis risas, mis silencios más ruidosos, eres la mirada esquiva de una cita a ciegas, eres la hora que nunca dio el reloj, eres la foto del mejor atardecer, eres el vicio que se niega a ceder, eres la comunicación perfecta de un lenguaje que nos inventamos una noche de Julio.

Te conozco, porque me reconozco en ti, sé que corres en reversa cuando te acercas a lo esperado-eres lo que nunca se atrevió- y la que en dejó en azul una historia que era color rosa.

Los grandes amores no terminan, solo se quedan renaciendo en los ojos de otra gente. De los grandes amores solo hay que tomar todas esas explosivas sensaciones y reproducirlas en otros cuerpos, en otros besos, en otras almas.


Mi cómplice, eternamente mi cómplice. Siempre serás el sin fin de causalidades, que me hicieron creer en la vida después de la muerte. 

La magia nunca se va a perder, la dejé plasmada en cada palabra que iba dedicada a ti. 


Gracias por haber entrado en mi vida y haber salido, sin desordenármela.







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