La homosexualidad; según algunas religiones es pecado, según la
psicopatología antigua una enfermedad, según Freud una perversión, según quien
la vive…una forma de mirar el mundo con los ojos que le plazcan y la piel que
le reclama.
Quien mejor que el homosexual para hablar de la
homosexualidad, en los hombres gay y en las mujeres lesbianas, dos adjetivos
para el mismo sentimiento o deseo por una persona con la que comparte
genitalidad.
La homosexualidad son dos o más personas que se miraron en
sus similitudes cual espejo y de ahí la atracción que generó la energía capaz de
desafiar los grandes fundadores del mundo: la sociedad y la religión. Dos
monstruos que nacieron para crear y destruir de ser necesario al engendro que
osara desafiar sus leyes.
De gustar a llevarlo a cabo hasta mantenerlo en el tiempo, es la
medida requerida para determinarla, no es homosexual quien le atrae
alguien del mismo sexo, lo es quien lleva del campo de la fantasía a la
realidad de la carne, quien lo hace por un tiempo sostenido y sobre todo
obviando lo experimental. Los laboratorios existen en la cotidianidad y se
prestan para experimentos como éste, dos personas y sus ganas de descubrirse, se
revelan las debilidades y fortalezas a través de un cuerpo que es igual al otro,
por lo menos en su constitución.
¿Qué hay del amor entre homosexuales? Parece que funcionara
como un narcisismo andante, me enamoro de mí, te enamoras de ti y en
consecuencia nos correspondemos. Suena hasta razonable en la heterosexualidad,
parece el punto de partida de la autoestima que se mina con una sociedad que te
dice “eso no se hace” “la descendencia se vería afectada” “el ser humano no se
perpetuará por gente que no procrea” ¿En realidad el gran problema es ese o está
enmascarado el verdadero inconveniente? ¿La homosexualidad vino primero que las
enfermedades venéreas o éstas las reinventaron a posteriori? Mucho se ha escrito
de los antiguos reyes donde su centro de placer estaba en la relaciones anales
y que la supremacía la llevaban los hombres siendo las mujeres esclavas ¿Será
ese el verdadero retraso? Que la mujer no vuelva a las cavernas, a un sitio donde
al hombre no le hace peso ¿El lesbianismo es una venganza de la mujer a un
hombre apático o maltratador o la mujer también se siente plena siendo la mujer
de otra?
Dos cuerpos femeninos danzando al mismo ritmo; ellas se comprenden,
lloran al unísono, ríen en sus ganas, se abrazan sin el temor de una sociedad
que es un cómplice a ratos. Una mujer
encuentra los puntos exactos donde la otra los sintió perdidos, se miran al
espejo y se siguen sintiendo ellas, con el juego de sus manos no contemplan a
uno más, se distraen y conversan, no saben que vendrá después, pero se
entregan.
Petry Rodríguez.
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