jueves, octubre 11, 2012

¿Qué tan homosexual soy, qué tan homosexual eres?



La homosexualidad; según algunas religiones es pecado, según la psicopatología antigua una enfermedad, según Freud una perversión, según quien la vive…una forma de mirar el mundo con los ojos que le plazcan y la piel que le reclama.

Quien mejor que el homosexual para hablar de la homosexualidad, en los hombres gay y en las mujeres lesbianas, dos adjetivos para el mismo sentimiento o deseo por una persona con la que comparte genitalidad.

La homosexualidad son dos o más personas que se miraron en sus similitudes cual espejo y de ahí la atracción que generó la energía capaz de desafiar los grandes fundadores del mundo: la sociedad y la religión. Dos monstruos que nacieron para crear y destruir de ser necesario al engendro que osara desafiar sus leyes.

De gustar a llevarlo a cabo hasta mantenerlo en el tiempo, es la medida requerida para determinarla, no es homosexual quien le atrae alguien del mismo sexo, lo es quien lleva del campo de la fantasía a la realidad de la carne, quien lo hace por un tiempo sostenido y sobre todo obviando lo experimental. Los laboratorios existen en la cotidianidad y se prestan para experimentos como éste, dos personas y sus ganas de descubrirse, se revelan las debilidades y fortalezas a través de un cuerpo que es igual al otro, por lo menos en su constitución.

¿Qué hay del amor entre homosexuales? Parece que funcionara como un narcisismo andante, me enamoro de mí, te enamoras de ti y en consecuencia nos correspondemos. Suena hasta razonable en la heterosexualidad, parece el punto de partida de la autoestima que se mina con una sociedad que te dice “eso no se hace” “la descendencia se vería afectada” “el ser humano no se perpetuará por gente que no procrea” ¿En realidad el gran problema es ese o está enmascarado el verdadero inconveniente? ¿La homosexualidad vino primero que las enfermedades venéreas o éstas las reinventaron a posteriori? Mucho se ha escrito de los antiguos reyes donde su centro de placer estaba en la relaciones anales y que la supremacía la llevaban los hombres siendo las mujeres esclavas ¿Será ese el verdadero retraso? Que la mujer no vuelva a las cavernas, a un sitio donde al hombre no le hace peso ¿El lesbianismo es una venganza de la mujer a un hombre apático o maltratador o la mujer también se siente plena siendo la mujer de otra?

Dos cuerpos femeninos danzando al mismo ritmo; ellas se comprenden, lloran al unísono, ríen en sus ganas, se abrazan sin el temor de una sociedad que es un cómplice a ratos.  Una mujer encuentra los puntos exactos donde la otra los sintió perdidos, se miran al espejo y se siguen sintiendo ellas, con el juego de sus manos no contemplan a uno más, se distraen y conversan, no saben que vendrá después, pero se entregan.

Petry Rodríguez.  

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