sábado, diciembre 10, 2016

A veces triste, a veces tú

¿Cuántas veces has estado en el suelo y te has quedado allí por falta de fuerzas? 
Me refiero a esas ocasiones que no deseas toparte con optimistas, ni con consejeros y mucho menos con religiosos que te hablan de una fe, que tú no profesarías en tu sano juicio, aunque venga impregnada de buena intención. 

Hablo de esos días donde tu deseo es quedarte allí, plácido y ligero de equipaje, si lo llevamos a imágenes, sería como flotar en aguas mansas-que de vez en cuando-te permiten sumergirte sin temor a ahogarte, ya que llevas suficiente oxígeno dentro de ti. 

Tal vez has escuchado decir que rendirse es el camino fácil, y quizas lo es, también es probable que tumbarse en la grama a esperar que todo pase-es una forma de vivir-me gusta la idea de mirarlo como parar un tanto la carrera de ratas que llevamos por la vida, a veces actuamos como si todo se tratara de una competencia, perdiéndonos así de paisajes que jamás recordarías, si llegasen a poner a prueba tu capacidad de atención y memoria. 

No esta mal sentirte triste de vez en cuando; es como una forma de reinventarte, de trazar un nuevo rumbo, de llover por dentro sin paraguas incluido. 

Si no nos damos el permiso de entristecernos, estamos dando paso a acumulaciones innecesarias, que tarde o temprano desencandenarían sintomas que nada tienen que ver con la condición que lo originó. 

No está mal sentirse apagado, no es necesario buscar fuegos que nos enciendan; podemos caminar lento, llorar un poco o mucho, andar despeinados-pero eso si-que esa tristeza no exceda los siete días, porque el día ocho, hay que rendirle tributo a esos nueve meses que nos dieron paso, al ser maravilloso que somos hoy. 

No te de pena decirle al mundo que no estás en tu mejor momento y que pase lo que pase, todo siempre estará bien. 

Al final del cuento, tienes el resto de tu vida para entrenar tu cuerpo, realizar tu actividad favorita, vestirte con colores vivos y encontrar a alguien que te devuelva la alegría de vivir, esa persona de la que "tú" serías su motivo de felicidad. 

Tal vez dormirse un poco, es despertarse mucho. 

1 comentario:

Coldnight dijo...

Me hizo bien esta entrada.