domingo, enero 29, 2017

Tan lejos, tan cerca

¿Qué trae a tu mente el título de este escrito?  Cuando termines de leerlo vamos a hacer un ejercicio referente a lo que dice la portada y lo que encuentras en el mensaje ¿Si va? escribe lo que piensas que tendrá de contenido y al terminar de leer, contrasta con lo que aquí vamos a desarrollar. 

Tan lejos, tan cerca nos viene a hablar de las relaciones a distancia y también las de presencia, cuando una pareja aprende a comunicarse, a respetarse, a quererse desde la virtualidad, donde no existen noches con ronquidos, ni desorden o exceso de orden, una comida mal hecha o nunca realizada, un olor que no es tan agradable, una enfermedad que atender, unas necesidades no cubiertas y pare de contar-nos hace replantearnos muchas cosas-el exceso de realidad no es apto para todo público, los sentidos captando desde todos sus flancos, contribuye a organizar las ideas de una manera distinta, a cuando los ojos y oídos son los encargados de  procesar la información.

Las relaciones a distancia no sienten el placer del sexo carnal-aunque algunos disfrutan más de lo que se imaginan-y en esa medida van alimentando historias en su mente, con un cocido casi perfecto,  una presentación tipo gourmet, con un olor que no los penetra -y que hacerlo a mano-no produciría el mismo acabado. 



Una relación que se fortaleció en presencia tiene muy poco porcentaje de subsistir a la distancia y una que se fortaleció en la distancia con su cúmulo de fantasías, tiene menos probabilidad de salir a flote en presencia. El ser humano es muy dado a la adaptación y después que excede los seis meses en un proceso que causa constantes satisfacciones, donde las expectativas hicieron su trabajo, la idealización lo secundó y la incapacidad de renuncia nihilista, remata con broche de oro. 

No se trata de abstenerse de iniciar relaciones a distancia, el meollo está en darle realidad lo más pronto posible, dejarte guiar por solo dos sentidos o a veces uno, no es nada fidedigno, los estragos que produce son de marcas, que algunos no están dispuestos a llevar. 

Las relaciones en presencia tienen la rutina, su cotidianidad, su pedazo de sábana que compartir, algunos olores que recriminar, unos ronquidos que soportar pero también tienen una caricia en el cabello, una sonrisa en tiempo real, unos besos apasionados, una comida que compartir, una mano que rasque tu espalda, un abrazo en medio de una pesadilla, una mano que seca la lágrima, una oreja que morder suavemente mientras le susurras al oído "Cuanto te amo".

Toda persona tiene la capacidad de elegir qué le funciona mejor, asumiendo las consecuencias de cada caso, por mi parte les puedo decir que la palabra pareja aduce a "dos en unión" y para eso, hay que convivir, siendo necesaria...la presencia. 

Se unen dos almas para ensayar el amor y dos cuerpos, para llevarlo a la acción. 

1 comentario:

Ahí te secas dijo...

Me gustó tu publicación.
Gracias por compartirla.
Twitter: @Er_Memox