La muerte es el resultado de la vida; si la vida es la causa, la muerte sería su mejor efecto.
Todos sabemos que nos vamos a morir, unos lo manejan con un marcado existencialismo, cuestionando todo lo que implica vivir y su propósito; hay otros que se pasan la vida en negación, como si la muerte fuese algo que le sucede solo a otros.
Hay muertes que duelen y otras que pasan por nosotros como el amolador que grita cada semana cerca de nuestra casa, sin un ápice de atención selectiva, pocas veces queremos amolar el cuchillo.
¿Cuáles muertes duelen más? la de quien te dio mucho en vida, con quien sentiste que llenaste un albúm de recuerdos, con aquella persona que experimentaste un cúmulo de emociones placenteras, así sentir rabia por esa persona, haya representado un placer para ti.
Según la escala de duelo, la muerte de la pareja y de un hijo ocupan el primer lugar en el umbral del dolor, ambos son seres que entran o salen de ti, esa debe ser la explicación más entendible del caso. Ningún padre/madre debería estar preparado para enterrar a sus hijos, ya que en la ley natural de vida, no correspondería .
Cuando perdemos a un ser querido sufrimos no por ellos, lo hacemos por nosotros que estando vivos no tendremos aquello que nos proporcionaba-eso que nos hacía sentir-mientras más exclusivo o único sea lo que obteníamos de esa persona, mayor será el dolor.
El duelo tiene sus etapas con alguna varianza de acuerdo al ser que lo experimenta: 1. Negación: crees que no sientes nada, no lo has procesado, crees que aparecerá en algún momento y todo a nivel inconsciente 2. Rabia e impotencia por lo perdido 3. Tristeza: llanto fácil, decaimiento, disminución de la actividad normal del individuo 4. Aceptación: etapa donde comienza la sanación. No existen tiempos precisos para el cumplimiento de este ciclo, lo "normal" de acuerdo al nivel de afecto está en el rango de un año, como término máximo para la aceptación. Existen personas que se quedan enganchadas en alguna de las etapas del duelo y se denominaría "duelo patológico" lo ideal es ir a terapia para evolucionar al respecto.
Cuando muere un gran amigo, se mueren parte de nuestros secretos comprendidos y muchas horas de complicidad, fenece una parte de nosotros que nos aceptaba y la frase que cabe es "A pesar de ti".
Es importante reconocer que quien murió, está de alguna manera u otra en un plano distinto al tuyo, no peor o mejor que tú-solo diferente- y que tu dolor es producto del egoísmo humano (natural) de no tener aquello que queríamos.
La muerte como meta de vida es un elemento potencialmente motivador a vivir, solo apto para personas sanas.
Este escrito es una deuda pendiente con mi querido amigo @YosbetOT que en su momento perdimos un gran amigo en común. Te quiero mucho mi querido Ysra.
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